Monday, April 9, 2012

La campaña presidencial de Enrique Peña Nieto

Hay algo que es fácil de detectar: en el nicho llamado Internet, Peña Nieto no es el candidato favorito ni quien pueda considerarse ganador. Sus errores al no poder mencionar tres tristes libros que lo hubiesen marcado por ejemplo, hablan de la pobreza de persona que es intelectualmente. Ir a una feria internacional del libro y ante una pregunta para que se luciese, lo único que mostró este triste galán telenovelero es que es por decir lo menos, un verdadero idiota.

Quien decide optar por el puesto más importante de este país debería pensarlo bien porque es claro que va a estar en el ojo del público por los meses que duren las campañas, al menos. Pero quiero creer que el razonamiento se nubla ante la vanidad, ante la posibilidad de ser el siguiente presidente de México. Y si para colmo, nos damos cuenta que Peña Nieto es un galancete del canal de las estrellas, siempre impecablemente vestido, rasurado y peinado, (amén de que siempre parece estar estrenando ropa), se presenta como el candidato con la personalidad arrolladora, en donde solamente repite en sus spots lo que dicen sus promotores de campaña, que no son nada tontos. Por ejemplo, obsérvese el siguiente mensaje que se ha transmitido por todos los medios:


Dice el candidato priísta: "como presidente de México me comprometo a bla bla bla". A ver, ¿no debería decir: "como presidente de México me comprometeré a bla bla bla"? ¿O a poco ya ganó? ¿O cómo? El punto es que los publicistas de la campaña priísta manejan las palabras de manera que parezca que está hablando el presidente constitucional de México. Y eso me parece, de entrada, que es un engaño, hecho desde luego con todo el dolo del mundo.

Y este anuncio que puse no es el único. Obsérvese el siguiente:


La misma cantaleta: "como presidente de México me comprometo a ...". Ajá.

Lamentablemente el país no tiene acceso a más cultura y a Internet y por ende, aunque no tenga todas las de ganar Peña Nieto en los medios electrónicos, tiene 50 millones de pobres que seguramente se venderán por unas despensar o por dinero a cambio de su voto. Porque el problema al final de cuentas es poder tener vigilantes y observadores de todos los partidos políticos en donde se vote. En las grandes ciudades no podrán hacer todos los tejes y manejes que hacen y que han hecho por muchos años, pero en el universo rural de este país todo puede ser diferente.

De verdad, no quiero pensar que este cretino se convierta en el siguiente presidente de México. Me da náuseas.

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